Acá en klok desde finales del siglo pasado no ha faltado trabajo. Lo afirmo con orgullo, mucho agradecimiento, un poco de cinismo y mucha satisfacción.
A lo largo de estos años marcas llenas de ilusiones y grandes expectativas han acudido con nosotros para que las ayudemos a diseñar una identidad que las defina y las distinga. Con entusiasmo, profesionalismo, dedicación y mucho amor (sí, amamos lo que hacemos) hemos atrapado la esencia de estas marcas en símbolos y logotipos creados para comunicar, perdurar y distinguirse; las hemos armado con una estrategia de comunicación gráfica a prueba de fallas y les hemos dado las herramientas necesarias para salir al mercado y conquistarlo.
Muchas de estas marcas siguen fuertes y ganando terreno. Pequeños logotipos que nacieron en nuestras mesas de dibujo ahora puede verse en anuncios espectaculares, en los anaqueles de los supermercados, en televisión, en internet y hasta en los mingitorios del cine.
Sin embargo algunas otras marcas que vimos nacer en klok, a las que les dedicamos todo nuestro esfuerzo, conocimiento y cariño hoy se encuentran enterradas y olvidadas en el panteón de las marcas.
¿Por qué unas marcas viven y prosperan mientras otras mueren y agonizan?
Sabemos que nada es para siempre (ni Coca-Cola). Lo que hoy es, mañana ya no; como las flores, como las estrellas, como nosotros mismos. Todo tiene un ciclo, un principio y un final.
Pero lo inevitable puede postergarse y hemos visto que muchas de las marcas que han sido olvidadas, murieron por descuido, tristeza y abandono.
Las marcas necesitan tres cosas para mantenerse vivas:
1. Exposición
Las marcas necesitan ser expuestas para vivir. Se debe dedicar un presupuesto especial para presumirlas y exhibirlas cuanto sea posible. Mientras más se exponga una marca a la luz de la atención más probabilidades hay de que crezca y se fortalezca.<a></a>
2. Mantenimiento
Como una planta, una marca debe ser cuidada y atendida por expertos que la vigilen y la ayuden a crecer y a adaptarse al cambiante entorno del mercado. Las temporadas vienen y las marcas deben adaptarse de forma ordenada y planificada si quieren sobrevivir.
3. Consistencia
Cuando una marca comienza a ser tratada con descuido, sin orden y sin estrategia, ésta comienza a deformarse y a convertirse en un ente bizarro que pierde toda la relación que había con el concepto original; se distorsiona y termina muriendo.
Cuando las prisas, los costos, las opiniones de "expertos" (que muchas veces son motivados por celos) y las dudas comiencen a hacer ruido; cuando las presiones del mundo exterior te hagan perder la paciencia y el estrés de la vida diaria sientas que te orilla a tomar decisiones apresuradas. ¡Detente! Escríbele a tu diseñador y por favor, no deformes tu logo.