¡Chale Glasgow!
Una noche gris en Glasgow nos enseñó que una mala experiencia basta para querer irse. Con las marcas pasa igual: si no cuidas cada detalle, el usuario se va. En klok diseñamos para que se queden, disfruten y vuelvan. Nada de “meh”.
¿El fin del diseño?
No hay duda: estamos viviendo el fin del diseño… como lo conocíamos.
Es un final dramático, como el que vivió BlackBerry con la llegada del iPhone o Blockbuster con el surgimiento de Netflix.
Las máquinas llegaron... y no se van a ir.
Ayer por la tarde recibí un correo que había estado esperando por meses. La empresa Open-AI, la cual desarrolla software de inteligencia artificial, me invitó oficialmente a "jugar" con la segunda versión de
El panteón de las marcas
Acá en klok desde finales del siglo pasado no ha faltado trabajo. Lo afirmo con orgullo, mucho agradecimiento, un poco de cinismo y mucha satisfacción.
A lo largo de estos años marcas llenas
¡El ataque de las máquinas!
Los robots aún no saben de diseño.