Cuando yo era niño mi papá hacía diseño. Recuerdo acompañarlo a su despacho en la colonia Roma, ver como limpiaba sus estilógrafos, preparaba sus escuadras y plantillas, extendía sus hojas sobre el restirador, alineaba la regla paralela, colocaba los bocetos que previamente había dibujado en varias servilletas y ponía manos a la obra.
Logotipos, portadas de libros, catálogos y empaques tomaban vida en su restirador. Diseños, que ahora que yo me dedico a lo mismo, admiro y aplaudo por su calidad y creatividad.
Años después, cuando cursaba yo la carrera de diseño, tuve como profesores a grandes diseñadores como Pepe Kuri, Enrique Arechavala o Luis Carlos Herrera, de quienes aprendí que el diseño es una profesión que debe hacerse con gusto, calidad y profesionalismo.
Los diseñadores eran personas con clase, educados, cultos y no se vendían barato.
Buscaban enaltecer su profesión, la trataban con respeto, tenían una metodología y hacían diseño de calidad que resultaba en inversiones valiosísimas para sus clientes, ganaban premios y establecían tendencias.
Pero de pronto algo sucedió:
Surgió una nueva especie de "diseñadores" que son personas que van por la vida quejándose de lo poco que cobran, no leen ni se preparan, ni se actualizan, alardean de lo "creativos" que son y llenan sus redes sociales con memes y amargos comentarios acerca de lo mal que los tratan los clientes. Diseñan en la Mac, bocetar e investigar lo consideran una pérdida de tiempo y si una de sus propuestas no le gusta al cliente se frustran y se enojan. Pasan la mitad del día en Facebook y la otra mitad tratando de hacer que Illustrator, Shutterstock y Google diseñen por ellos.
Los clientes los perciben como un mal necesario, se refieren a ellos como "los publicistas", "los creativos"; saben que son informales y que (como los impresores) siempre entregan tarde.
Yo prefiero el estilo de antes. Para mi el diseño es una maravillosa profesión, llena de satisfacciones y aprendizajes. Es una forma de vida elegante y que ofrece grandes recompensas si la ejerces con el debido respeto.
En klok, como dice la rola de Andrew W.K., nos gusta lo que hacemos y hacemos lo que nos gusta.
¿Ustedes que creen?
¿Qué piensan cuando alguien dice ser diseñador?